los mejores
Me he separado
- Sabes, Marcelo, me he separado...
- ¿Pues sabes lo que te digo? Mejor para ti. La verdad es que tu mujer era una pendona. Se acostaba con todos los del grupo. Incluso a mí un día me llevó al huerto. Créeme lo mejor es que te hayas separado.
- Marcelo, que me he separado,... pero de mi socio.
El punk en el tren
engominado y un joven punk. El viejo no podía quitar el ojo del decorado del chaval, con el pelo tan multicolor, la mayor parte verde, un tupé amarillo y la melena a rayas de colores que parecía un arco iris. En esto, el chaval se mosquea de las miradas del viejo y le dice:
- ¿Quee paaassa, abuelo? ¿Me va a decir que de joven nunca hizo nada raro?
- ¡Claro que si! Una vez me lo hice con un papagayo y estoy pensando si tú no serás mi hijo.
Qué tomarán
- ¿Qué tomarán los señores?
- A mi me pone una langosta y un buen cava reserva familiar.
- ¡Excelente elección! y ¿a su señora?
- Pues a ella, ...si, póngale un fax y dígale que me lo
estoy pasando de cine...
Spaghettis inesperados
-¿Y cómo te comunicaré que ha nacido el bebé?
-Tan sólo envíame una postal y escribe Spaghetti por detrás. No te preocupes, yo me encargaré de todos los gastos.
Pasan seis meses y una mañana la esposa del abogado lo llama al bufete exaltada:
- ¡Querido, acabo de recibir el correo y hay una postal muy extraña de Italia... La verdad no entiendo que significa!.
-El abogado, asustado, contesta:
- ¡Espera a que llegue a casa y te explico!
Cuando el hombre llega a casa y lee la postal cae al suelo fulminado por un infarto. Llega una ambulancia y se lo llevan. Ya en el Hospital, el medico jefe se queda a confortar a la esposa y le pregunta cual ha sido el trauma que ha precipitado tal ataque cardíaco. Entonces la esposa saca la postal y lee:
- ¡Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti, Spaghetti, tres con salchicha y albóndigas y dos con almejas!
Cómo quiere el dinero
- Muy bien... ¿Cómo quiere el dinero?
- ¡Con desesperación, oiga, con desesperación!
Ornitoborracho
- ¡Golondrina hip...hip... ábreme la puerta, pichoncita,ábreme hip..hip.., la puerta; gorrioncillo pecho amarillo, ábreme la puerta hip..hip..,!
- En eso su mujer tiernamente le abre la puerta, al verla el
borracho la ve y la dice:
-¿Por qué no me abrías URRACA...?.
Beber demasiado nunca sale bien
- Pues sí. La última vez que estuve en este bar, pillé una buena cogorza. Pero así como medio en sueños, recuerdo que tenían un WC con la taza dorada ... ¿no?
Y el camarero:
- ¡Manolo! ¡Aquí está el que se cagó en tu trombón!
Descubrimientos matrimoniales
- Mujer, no sabía que vendieras algo...
El niño que se hurgaba la nariz
Otro pasajero que estaba cansado de ver al niño dale que dale, le dice a la madre:
- Es listo ¿Eh?
- No. no, señor. Es normal.
- No. Si me refiero al moco.
Abandonar a un gato
El señor se la volvió a llevar y la tiró del otro lado del monte, y la gata volvió. Desesperado, le preguntó a un amigo, cómo lo podía hacer para que no volviera y éste le dio algunas indicaciones:
- Cruza el monte, ve al río y crúzalo, gira a la derecha, luego a la izquierda,otra vez a la derecha, cruza el puente y deja la gata.
Después de una semana, se encuentra con el amigo, todo sucio, cansado, hambriento, desvelado y sediento, y le pregunta:
- ¿Cómo te fue?
- Qué quieres que te diga, que si no es por la gata, ¡no regreso!
Hacienda ganadera
- Papá, papá, todo lo que veo a mi alrededor es ganado.
- ¡No hijo, la mayoría es robado!
Golf en domingo
- Reverendo, ¿es pecado jugar al golf en domingo?
- Hijo mío, dijo el padre poniendo la mano sobre su hombro, te he visto jugar al golf, en tu caso es un pecado cualquier día.
El león me seguía
- ¿Qué tal el safari de leones?
- Muy ajetreado oye, te cuento:
- Iba por la sabana cuando de pronto camuflado entre los matorrales aparece un enorme león macho. Saco el rifle y disparo pero con el nerviosismo fallo el tiro, lo intento por segunda vez y se me encasquilla, decido soltar el rifle y salgo corriendo.
El otro le dice:
- Y el león ¿qué hacia?
- ¡Me seguía!
- Veo cerca un pequeño barranco me tiro por él y caigo a un río.
- ¿Y el león que hacía?
- ¡Me seguía!
- Veo un árbol inclinado y pienso me subiré por él.
- ¿Y el león que hacía?
- ¡Me seguía!
- Veo de lejos una choza me encamino a ella.
- ¿Y el león que hacía?
- ¡Coño! Te preocupas más del león que de mí.
Se encuentran dos viejos amigos.






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